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Instagram: Ventana
hacia las agresiones
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En la actualidad, ¿quién no ha dudado dos veces antes de publicar una foto en terno de baño? Tal vez solo los cantantes, actores y estrellas en general; quienes están el 80% de su tiempo en un gimnasio y tienen un interesante equipo de comunicación a sus espaldas. Sin embargo, existen personas que a pesar de no tener una figura de acuerdo con el canon de belleza, no dudan en publicar sus cuerpos semi desnudos en redes sociales.
Este es el caso de Kathy (nombre ficticio). Esta chica quiteña de 18 años optó por publicar en Instagram fotografías en biquini de un viaje con su familia efectuado a la playa de Crucita. Algo bastante común en los jóvenes de la actualidad: el informe 'Retratos de Juventud' afirma que 83% de los jóvenes utilizan redes sociales en América. Sin embargo, el feedback por parte de los 106 seguidores de Kathy no fue lo que ella esperaba: recibió 35 comentarios grotescos y humillantes acerca de su figura.
Kathy es una joven de estatura mediana, contextura normal y brillantes ojos marrón. En su vientre tiene una cicatriz ocasionada por una cirugía realizada para extirpar su bazo, cura absoluta de un Síndrome de Evans que padeció por más de 6 años. “Por mucho tiempo oculté mi minimiliana (nombre de su cicatriz), hasta que ya se volvió parte de mí”. En los degradantes comentarios que los “amigos” de Kathy publicaron en sus fotos, se especificaban insultos como “queloide viviente”, “oruga verruga”, entre otros apodos insignificantes.
Lo que los agresores no sabían es que Kathy había tenido fuertes crisis emocionales que incluían trastornos auto destructivos. También desconocían que la enfermedad auto inmune que la aquejó durante tantos años tuvo como causa principal crecer en un ambiente de rechazo, y que sólo se pudo curar al tener paz con toda su familia.
Fuente: Tumblr
Los padres de Kathy entraron en una fuerte depresión ante aquellos comentarios insensibles de los compañeros de su hija. Puede sonar inocente que muchachos y muchachas molesten a sus similares en redes sociales, sin embargo no todos los casos son semejantes ni las personas iguales. Este caso se solucionó aparentemente al identificar a los agresores en el colegio y hacerlos disculpar públicamente. Sin embargo, Kathy todavía tiene citas periódicas con el psicólogo para tratar el incidente.
No se puede afirmar que exista un perfil psicológico que predisponga a una persona a ser víctima de acoso u hostigamiento en su entorno. Lo que si es común, según la psicóloga Tania Jiménez, es que “la víctima se siente indefensa, en muchos casos culpable del hecho o que se lo merece puesto que nadie le apoya”. Según Jiménez, sicóloga de Kathy, existen muchos casos de ciberacoso en Ecuador. “La gente teme venir al sicólogo por acoso en las redes puesto que creen que es una tontería, pero esa tontería puede terminar en un aislamiento psíquico irreversible”.
