top of page
Desktop.jpg

Síntomas de un

Instagramer

 

Por:

María Fernanda Utreras

 

Son las 4 de la tarde. “Carolina” sube corriendo las gradas de su casa, como siempre, con el celular en mano. Su cuarto, con más de 15 fotos de ella y sus amigas es el escenario principal de la mayoría de ‘selfies’ que sube a diario a su cuenta de Instagram. Ella admite ser adicta a las fotos.

 

Según Phillipe González, fundador de Instagramers, al día se suben 55 millones de fotos y se dan 1.200 millones de likes. “Carolina” (nombre protegido) cree que sus publicaciones están dentro de esas 55 millones de fotos diarias.

 

Viste con un buzo fuccia, un blue jean y botas cafés. Cualquier motivo es bueno para una foto o para un ‘selfie’, al menos eso dice su cuenta de Instagram, en el que tiene 777 publicaciones, 987 seguidores y 774 a los que sigue.

 

Su figura, muy parecida a la “tan deseada 90-60-90”, es un motivo más para su gusto por las fotos. “Hay que aprovechar el cuerpo que Dios nos da, mientras solo vean y no toquen, todo bien”

 

Ella es Instagramer no por su gusto por las fotos, sino por su narcisismo reflejado en ellas. Abre el cajón del armario de su cuarto, saca una blusa del mismo color del saco pero pequeña, casi transparente y con escote en la espalda. Se cambia, se mira al espejo:

 

-Para que luzca mejor, mis labios deben estar del mismo color de la blusa, obvio.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Se acomoda el busto, un poco de fijador en el cabello y lista. Camina al espejo de su velador, toma el celular, se inclina y manda un beso al espejo. Suena el ‘tic’ de la foto. Enseguida otra pose, una sonrisa. Otro ‘tic’. Y ahora una de cuerpo entero. ‘Tic’

 

-Me gusta tomarme varias para ver en cual salgo mejor y esa subir a mi ‘Insta’. Si todas me gustan, subo todas. No considero que sea algo malo tomarse fotos y subirlas a alguna red social, a la final, al menos Instagram está hecha para eso, no?

 

Carolina asegura que nunca ha sido víctima de algún tipo de acoso ni en Instagram ni en Facebook. A pesar de sus casi mil seguidores, dice que cuando hay alguien que no conoce y le escribe algo comprometedor como “hola bebé, ¿còmo estás?”, no responde, pero que de eso no ha pasado a más.

 

Estas tres fotos eran las terceras del día, la primera se tomó en el auto y la segunda en el gimnasio. La galería de su celular tiene, entre fotos y videos, 849 recuadros pequeños que plasman cada uno de ellos.

 

-Mi abue siempre me dice que las fotos roban una parte del alma, pero solo son creencias antiguas.

 

Fuente: tumblr

© 2014 Periodismo de Investigación

bottom of page