Por:

Samara León

 

El instagram se ha convertido en una ventana para la publicación y el acceso a imágenes de todo tipo, lo cual implica un riesgo para las generaciones más jóvenes. Estos peligros pueden ser prevenidos. Para Fanny Balseca, sicóloga del Colegio Spellman Femenino de Quito desde hace 15 años, estas plataformas son usadas como herramienta de popularidad, convirtiéndose en una prioridad. “Con mucho pesar vemos que las niñas en edades cada vez más tempranas se ven afectadas a nivel académico por el uso excesivo de estas redes”

 

Los que aún son muy jóvenes tienden a no discernir el contenido adecuado de las publicaciones. Balseca lo plantea como una comunicación poco asertiva pues a esa edad no se mide el tono de las imágenes, el vocabulario que se emplea.

 

Erróneamente, se tiende a creer que las fotos de gente ingiriendo bebidas alcohólicas en fiestas o consumiendo algún tipo de droga no causa mayor impacto. Pero, según información de la agencia de noticias Reurters, sobre un sondeo nacional efectuado en Estados Unidos sobre abuso de sustancia, mientras más tiempo pasan los jóvenes observando este tipo de imágenes se vuelven cinco veces más propensos a fumar, poseen tres veces más probabilidades de beber alcohol a temprana edad y dos veces más susceptibilidad al consumo de drogas. Y este no es el único de los problemas que causa este tipo de red social.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Fuente: Tumblr

 

Se comparten fotos de los lugares que se visita con demasiada información que pueden ser usadas para secuestros, se publican descripciones de fotografías que hieren sentimientos y discriminan. Incluso se muestran fotos provocativas que dañan la reputación del usuario. Por esta inmadurez tecnológica muchos jóvenes y adultos caen en la actual moda del sexting y pueden ser extorsionados y acosados

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Es por esto que el Colegio Spellman Femenino de Quito se ha planteado el reto de prevenir que sus estudiantes sean afectados tanto a nivel académico como emocional. Las sicólogas, junto con las profesoras, realizan talleres de concienciación para las chicas de cuarto, quinto y sexto curso. Estas charlas buscan subir el autoestima de las jóvenes para que puedan tomar decisiones acertadas mediante la socialización de casos y testimonios específicos que evidencia esta problemática actual. Pero esto no basta ya que según la sicóloga la mejor manera de prevenir esto es el trabajo desde el hogar.

 

Una vez al mes los padres de familia asisten a convivencias en las cuales se capacita en la supervisión de las cuentas de sus hijos pues muchas veces los adultos no van a la par de la tecnología y no hay ese compromiso. Fanny Balseca recomienda a los padres vencer estas barreras con la educación en tecnología para ir acompañando la construcción de los hijos desde el hogar.